miércoles, 25 de marzo de 2015

La utilidad del neuromarketing para el diseño de las bolsas

El packaging de un producto aporta al consumidor mucha información sobre la identidad de una marca y lo incita a la compra de manera eficaz. El Neuromarketing para el diseño de bolsas está contribuyendo a ello.

Cuando adquirimos un producto, muchos estímulos que nos animan a hacerlo son de naturaleza inconsciente. Las formas, texturas y colores son características de los envoltorios de productos que hablan de la filosofía y los valores de la marca. El rango de precios, el gusto por el ecologismo, por la sencillez, por lo llamativo, etc. La tipografía también puede producir un estímulo emocional en el consumidor potencial, puede transmitirle cercanía (letras sin serif, redondeadas), o elegancia y formalidad (letras con serif).

Estas variables influirán en el comprador que, por un lado, se sentirá identificando con la firma y cuyos productos comprará o, por otro, alejado, lo que se traducirá en la negativa a adquirir.

 El Neuromarketing os ayudará a prever todas esas asociaciones mentales y emocionales de vuestros consumidores, algo que maneja a la perfección Coca Cola con sus envases. No en vano, tiñó de rojo la fachada de edificios emblemáticos de Madrid el pasado 20 de marzo, con motivo del Día Mundial de la Felicidad. ¿Por qué esa fecha? Porque la marca sigue afianzando la asociación entre ese sentimiento y su consumo, en este caso con el inestimable poder del envoltorio y su color, sinónimo de pasión y energía.

Sintetizamos en tres las recomendaciones que propone el portal Marketing Directo para diseñar eficazmente vuestros envoltorios bajo la perspectiva del Neuromarketing:
  1.  Es esencial que diseñéis el packaging pensando en vuestro público potencial. Tened en cuenta las sensaciones que os interesa producir según sus características, como la edad. Una bolsa que transmita seguridad puede dirigirse mejor a un comprador de mayor edad y con responsabilidades. Si la bolsa transmite entusiasmo, un consumidor joven se sentirá más identificado.
  2. Es imprescindible que adaptéis la forma del envoltorio o de la bolsa, así como la elección de su material, en función de los sentidos que busquéis potenciar. Texturas porosas, bolsas con olor, envoltorios con formas redondeadas o irregulares…para transmitir cercanía o curiosidad.
  3. Si lográis generar simpatía o misterio, tenéis mayores probabilidades de atraer y vender.
Está comprobado que un bonito envoltorio predispone a la compra, aunque la clave reside en conseguir que sea eficaz. El Neuromarketing es, para ello, una apuesta segura.


Fuente: http://www.bolsalea.com

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